jueves, 3 de febrero de 2011

Un anécdota relacionada con las liebres en este su año.

Hace muchos años cuando yo era aun uno de esos niños que no dejaban salir cotorrear sin la supervisón de un adulto je, una ocasión en estas fechas cuando la cosechas de maíz son realizadas y de igual manera el sácate que este deja se empaca para forraje para el transcurso del año, yo me divertía mirando como los muchachos entre ellos mi hermano mayor esperaba  que el tractor que empacaba el sácate espantara a las liebres que en el maizal se ocultaban que salían disparadas y tras ellos para atraparlas a carrera y mano limpia sin trucos ni trampas, esto era divertidísimo ya que chocaban entre ellos, tropezaba, caían se levantaban para muchas veces no llevarse nada ya que las liebres corrían hasta encontrar sus diminutos hoyos donde una vez en ellos como dicen las abuelas “ojos que te vieron ir jamás te volverán a ver”.
Y así trascurría la tarde naranja bajo un cielo hermoso azul herido por el  sol de la tarde, mirando caer, chocar en las mas graciosa y diversas formas y maneras a jóvenes, niños, perros y liebres por el campo de maíz rasurado por el tractor y la empacadora que arrastraba feroz mente, así de pronto mirando el remolino en persecución tras la liebre acercándose y alejándose de donde yo me encontraba disfrutando del emocionante y jocoso espectáculo campestre.
de pronto  la turba persecutoria así sin mas se dirigía a mi a una velocidad la cual no pude evitar  y instantánea mente ¡zuup!, La liebre nerviosa y espantada se alojo en mi abrigo, los perseguidores no daban crédito de lo que había sucedido, (toda un día persiguiendo la presa y yo hay parado como el chinito milando sin mover un solo dedo la tenia en mi literalmente atrapada ) yo espantado trate de sacarla del abrigo pero antes de poder hacerlo mi hermano mayor que formaba parte de los cazadores furtivos salto frente de ellos y cerrando los puños en alto dijo, quien toque a mi hermano lo madreo, me cerro el abrigo y me llevo a casa.

¿Que paso con el adulto que me supervisaba? ¿Que paso después con la liebre? esa es otra historia.

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