jueves, 29 de septiembre de 2011
Lluvia mala.
Esta mala lluvia que no cesa, no mengua, no para,
Me ha escurrido, humedecido los huesos, espíritu y el alma,
Intente cubrirme entre sus brazos, en sus labios, en nuestro nicho,
Hasta que ya no tuvo sentido y vivo, duermo empapado, humedecido.
Ahogado en esta agua pútrida, caduca, saturada y fría,
Que me secuestra el alma ya gris, triste, rara, extraviada,
Entre recuerdos, grumos renegridos extraños que no se disuelven
Se hacen más pegajosos e intratables en mi mente que ya no fluye.
Esta agua turbia sucia que ya apesta, corrompida y pasiva,
Burbujea en pequeños pasmos de dolor, celos, ira y reclamo,
Parasitas palabras de Partenogénesis en este atascado hervidero,
Se alimentan, se revuelcan y se aparean reproduciéndose en cuartillas.
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